jueves, 27 de julio de 2017



¿Qué es un golpe de calor?:
El calor suave resulta agradable, pero en exceso puede llegar a producir problemas. Un golpe de calor se origina cuando la temperatura corporal sube por encima de los 40º. El organismo humano funciona a unos 37º y es bastante sensible a las variaciones externas. Para ello, dispone de mecanismos que regulan su temperatura, como el sudor, y distribuyen el calor mediante la sangre y lo expulsan hacia el exterior. Cuando se sufre un golpe de calor todos estos mecanismos dejan de funcionar, sube la temperatura y se pierden abundantes líquidos corporales. Todo ello eleva las probabilidades de padecer daños neurológicos e, incluso, de morir.
La temperatura a la que se puede producir un golpe de calor varía según el individuo. Las personas mayores de 65 y los niños menores de seis años son más vulnerables, así como los turistas que viajan de zonas frías a países más cálidos.
También las personas con alguna discapacidad física o psíquica, los enfermos crónicos y los pacientes cardíacos tienen más probabilidad de sufrir un golpe de calor.
Síntomas de un golpe de calor:
Entre los síntomas más importantes que nos pueden indicar que alguien está sufriendo un golpe de calor podemos encontrar:
 Mareo.
 Confusión, desorientación.
 Sudoración excesiva al principio, con posterior falta de sudor.
 Enrojecimiento y sequedad de la piel.
 Fiebre con temperatura corporal de más de 39,4º (llegando hasta los 40 y 41º).
Comportamiento inadecuado, como por ejemplo, comenzar a quitarse ropa sin importar el sitio donde se encuentre.
 Aceleración del ritmo cardíaco con latido débil.
 Dolor de cabeza.
 Inconsciencia.
 Ataques con convulsiones.
Signos de alarma ante un golpe de calor:
 Piel que se siente caliente y seca pero no sudorosa
 Confusión o pérdida del conocimiento
 Vómitos frecuentes.
 Siente como que le falta el aire o tiene problemas para respirar. En cualquiera de estas situaciones lo más recomendable es acudir al centro de salud más cercano lo más deprisa posible.
Qué hacer ante un golpe de calor:
Si se produce un golpe de calor es necesario tener en cuenta una serie de pasos y actuaciones para tratar sus síntomas lo más rápido posible y evitar problemas mayores:
Poner a la persona en un sitio fresco a la sombra, y colocarle los pies en alto. De continuar al sol, la temperatura no descendería e incluso podría subir más.
Llamar al teléfono de urgencias.
Desvestir a la persona e intentar disminuir la temperatura corporal, colocando tela mojada o hielo en las axilas o inglés.
Si es posible, mover a la persona afectada a zonas con aire acondicionado o ventilador.
Si la persona tiene una temperatura superior a 40ºC bañarla con agua fría hasta llegar a 38ºC. En ese momento se debe dejar de aplicar frío para evitar posibles hipotermias.
Controlar cada 15 minutos la temperatura, para que en el caso que suba someter a tratamientos más fríos
Qué no hacer ante un golpe de calor:
Evitar el ejercicio o la actividad intensa en las horas de pleno calor. Las personas mayores deben permanecer en casa durante estas horas.
No es conveniente quitarse la camisa si siente calor y está al sol. El tejido retiene humedad que desaparece al quitárnosla.
Nunca realizar deporte o caminatas duras solo, siempre hacerlo al menos con alguien más para que uno de los dos atienda al otro en caso de un golpe de calor.
No exponerse demasiado al sol durante los primeros días que nos enfrentemos a altas temperaturas.
No beber alcohol ni excitantes, ya que aumentan el metabolismo y con ello la temperatura corporal.
Evitar las comidas grasas, su digestión proporciona más calorías al organismo. También evitar comidas muy calientes.
Cómo prevenir un golpe de calor:
Existen ciertas medidas que nos ayudarán a la hora de enfrentarnos al calor del verano y evitar así un golpe de calor:
Beber muchos líquidos aunque no se sienta sed. Resulta recomendable tomar al menos 2 litros diarios. Sobre todo estar atentos con los ancianos y los niños pequeños.
Vestir con ropa ligera, clara y de algodón, que permita la transpiración. Las fibras acrílicas dificultan la transpiración y retienen más calor.
Aclimatarse gradualmente al calor, dejar que el cuerpo se acostumbre a los cambios de temperatura.
Comer comida ligera y fresca, a ser posibles alimentos vegetales naturales crudos (ensaladas, frutas y verduras).
No permanecer en vehículos estacionados o cerrados.
Descansar de vez en cuando si se realiza trabajo o ejercicio físico duro. Si se sienten síntomas de mareo, dejar de trabajar y descansar un rato a la sombra.
 Si permanecemos en casa, intentar mantener el interior fresco y bien ventilado.

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