miércoles, 30 de julio de 2014

¿CÓMO SURGIÓ ESTA IDEA?

   No tenemos más que echar un vistazo a prensa escrita, televisión o simplemente buscar en internet para darnos cuenta del enorme aumento de pruebas deportivas y de la participación en las mismas. Este aumento ha sacado a la luz un problema de enorme gravedad como es la “Muerte súbita del deportista”.

   Los casos de muerte súbita ocupan los titulares de la prensa deportiva especialmente cuando ocurren en deportistas bien entrenados y con un excelente rendimiento deportivo que, desgraciadamente, desconocían que eran portadores de manera silente de enfermedades cardiovasculares potencialmente letales, a pesar de haber sido sometidos a distintos controles médicos durante su vida deportiva.

   Artículos como el de Suárez-Mier y Aguilera publicado en la Revista Española de Cardiología aporta una interesante información sobre las causas más frecuentes de muerte súbita asociadas con la práctica deportiva en España.

   La prevención de la muerte súbita asociada con el deporte debe asentarse en tres pilares fundamentales:

  1. El reconocimiento cardiológico previo a la participación deportiva (RCPD).
  2. La instauración de los mecanismos necesarios para una resucitación cardiopulmonar y desfibrilación sin demora.
  3. La elaboración de registros nacionales en los que todas las muertes quedaran reflejadas. 
   Nuestro trabajo se centrará en el pilar número 2, dando cobertura a los deportistas durante el desarrollo de la competición en situaciones de parada cardiaca y/o accidente grave.

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