Oruga
procesionaria, un riesgo para la familia y un peligro real para tu mascota
La oruga procesionaria del pino puede causar
reacciones leves en la piel. En algunas personas alérgicas, podría ocasionar
una anafilaxia. En el caso de las mascotas las consecuencias son más graves ya
que los pelos de la oruga actúan como dardos envenenados que, en el peor de los
casos, podrían provocar la muerte por asfixia. Es justamente en primavera
cuando hay que estar más atentos para evitar accidentes indeseables.
a procesionaria, Thaumetopoea
pityocampa, es una oruga que sin duda conocerás. Se encuentra en parques, zonas rurales y bosques donde
hay pinos y cedros. Se llama procesionaria porque cuando los
lepidópteros rompen su bolsón en el que anidan, bajan o caen al suelo para
enterrarse, completar su metamorfosis y convertirse en mariposa, formando un
desfile que se desliza como una procesión.
¿Dónde está el riesgo?
Estas orugas poseen unos pelos urticantes muy pequeños
que se desprenden con gran facilidad de su cuerpo. Son los causantes de la
reacción adversa que provocan. Los síntomas suelen ser instántenos y,
en general, remiten en pocos días. Consisten en ronchas rojas, inflamación
y mucho picor. También pueden producir problemas oculares, bronquiales y, en
casos extremos, anafilaxia severa en aquellas personas que sufren alergia mediada
por anticuerpos IgE.
Las orugas suelen andar por el suelo los meses de
febrero, marzo y abril (dependiendo de la zona en la que se encuentra. Por
ejemplo, en las más frías, puede retrasarse) por eso se recomienda evitar
las áreas en las que se puedan encontrar y prestar atención a los niños y
mascotas, ya que son los grupos de población más susceptibles de tocar, por
accidente, la oruga y sufrir una reacción. También se recomienda no ponerse
bajo los nidos, intentar romperlos, ni siquiera tocar los árboles donde
están, puesto que en los troncos podrían quedar restos de pelos y producir la
urticaria.
¿Qué debes hacer si te 'pica'?
Si observamos dónde están, es difícil que suframos su
'picadura'. Sin embargo, debido a que los pelos se desprenden con muchísima
facilidad, podrían quedar suspendidos en zonas como mesas de picnic de pinares,
por ejemplo. En cualquier caso, si tienes contacto con ella esto es lo que
debes hacer, según indica la doctora Cristina Villegas, de Sanitas:Retira a la oruga si aún se encuentra en el cuerpo. Utiliza pinzas, o guantes, pero no lo hagas con las manos desnudas.
- Coloca celo o cinta
adhesiva sobre el lugar de la picadura. Pégala y quítala
repetidamente. Así retiramos las espinas, pelos y toxinas.
- Lava el área lesionada con agua
y jabón neutro, y retira la ropa contaminada.
- Se pueden tomar
antihistamínicos orales para reducir la sensación de prurito.
- Un corticoide en crema, dos o
tres veces al día, resolverá el problema.
- Si hubiera afectación general,
con dificultad respiratoria, acude a un servicio de Urgencias.
¿Por qué son peligrosas para las mascotas?
La procesionaria es especialmente peligrosa para los
animales de compañía así como para el ganado. Cuando la olisquean, la oruga se
defiende lanzando sus pelitos que actúan como dardos envenenados y se
adhieren a las zonas de la piel más desprotegidas como la boca, la lengua, la
trufa o los ojos. El problema no solo es el dolor y picor que produce, también
puede necrosar (muerte del tejido) la lengua y, si la infección llega hasta la
laringe, provocar la muerte por asfixia.
Para saber si tu mascota ha estado en contacto con una
oruga, debes observar su comportamiento. “El animal que ha estado en contacto
con la oruga, debido a la irritación que produce el contacto con los pelos que
desprenden, se encuentra nervioso con constantes degluciones, se toca la
boca con las patas e hipersaliva. En pocos minutos se ve inflamación y
necrosis de la lengua y puede tener vómitos si llega a tragársela. Tampoco
es muy normal que se trague por la irritación que le provocan los pelos de
la oruga, ya que estos hacen que la suelten una vez la haya chupado o mordido”,
señala Carlos Gómez, veterinario de la Clínica Éboli, en Madrid.
Es muy importante que actúes de inmediato y lleves
a tu mascota a un centro veterinario donde puedan atenderle con
urgencia. “Si se deja progresar, pueden sufrir disnea (falta de
respiración), edema laríngeo (inflamación), sobre todo por ingestión,
hipertermia (aumento de la temperatura), convulsiones, respuesta inflamatoria
sistémica, incluso coagulación intravascular diseminada y consecuente muerte.
Las lesiones locales tienden a evolucionar hacia la necrosis, con posibilidad
de pérdida de tejido”, advierte.
¿Qué hacer si 'le pica'?:
Además de llevarle al veterinario, la inmediatez
jugará a su favor. Por eso puedes tomar estas medidas en el mismo lugar donde
le ha picado:Lávale evitando que trague los pelos, es decir, hazlo de manera que éstos puedan soltarse hacia el exterior.
- No frotes.
- Si es posible, hazlo con suero
fisiológico. En los periodos de más riesgo, puedes llevarlo en su bolsa de
paseo.
- Llévalo al veterinario por si
necesita un tratamiento de urgencia.
- Si vives en zonas de riesgo y lejos de un centro veterinario, considera tener en el botiquín un medicamento para detener la reacción.
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